diumenge, 26 de gener del 2014

EL DILEMA DE LOS DINOSAURIOS DEL SIGLO XXI



¿Qué es un dinosaurio del siglo XXI?. Hombre o mujer de más de 45 años que habiendo acumulado una experiencia laboral de más de 25 años, y estando en su mejor momento para realizar su trabajo con plena eficacia, encuentra serias dificultades para encontrar empleo por causa de su edad. Tengo 50 años, ahora tengo acumulada más experiencia y madurez que nunca, unido a una ilusión desbordante, más que cuando era un chaval.

Pero según el sistema laboral de esta sociedad ya debería jubilarme. ¿Debo estar cobrando el subsidio de 426 € hasta la edad de mi jubilación?. Yo cada día me siento más joven, la sociedad cada día me ve más viejo, soy un dinosaurio del siglo XXI. Pero los dinosaurios también necesitan comer y pagar una vivienda. Quizá venga una extinción de esta especie, para dar paso a una sociedad donde solo cuentan los cuerpos jóvenes, digo cuerpos porque lo de el espíritu joven se puede solucionar. Hay una película de ciencia ficción donde para mantener una sociedad del bienestar, a cierta edad tienen que ponerte una inyección y matarte, porque no habiendo trabajo para todos te conviertes en un lastre para la sociedad.

Los políticos hablan de su preocupación por el paro juvenil y de como piensan poner leyes que les favorezcan. No es que a mí no me preocupe el paro juvenil, pero me preocupa más el paro de los que pasan de los 45 años, porque estos aún tienen que alimentar a sus familias y pagar un alquiler o una hipoteca, mientras que muchos jóvenes viven con sus padres sin pagar un alquiler o hipoteca (con padres que quizá están parados), y se gastan el sueldo en tunear el coche. Conozco jóvenes que todo el sueldo es para sus salidas los fines de semana. Sin embargo no escucho a los políticos hablar de medidas para los que pasan de los 45 años, ni leo nada en la prensa al respecto.

Por poner un ejemplo, yo podría ir y hacer un ciclo formativo de electricista, y acabar convirtiéndome en el mejor electricista del mundo, eso podría hacerlo y tengo capacidad para ello, pero luego, ¿de qué me serviría?, pues antes contratarían a una persona mucho más joven. Cada día me ofrecen excelentes cursos de precios elevados que solucionarán mi futuro. Pero si el problema es que no hay trabajo, no es que a la gente le falte formación, porque en el mercado laboral sobran hasta los universitarios. Puedo dedicarme a realizar un curso detrás de otro, engordarme de titulaciones, ¿para qué?, quizá porque quedarán bonitos en un currículo o colgados en la pared. Pero si yo ya soy feliz tan solo con que me den una escoba y ser el barrendero del pueblo, que hoy día eso es un lujo. Creo que esta avalancha de cursos de formación que ahora prolifera solo sirve para llenar las arcas de las escuelas de formación y los bolsillos de los oportunistas, y para que algunos organismos oficiales arranquen algo del Fondo Europeo para la formación.

Juanjo Conejo
Estudiante de 1º de periodismo

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