dimarts, 27 de gener del 2015

LA CRÓNICA DE TODAS LAS GUERRAS


Esperanzas que se construyen sobre la sangre de los inocentes, banderas que se alzan sin miedo sobre los montes desde donde se divisan los valles de la muerte. Filas de cadáveres de aquellos que creyeron en un sueño llamado libertad. Viudas que lloran desconsoladas la ausencia de quienes amaron desde su juventud. Huérfanos de padre, niños que perdieron a quienes un día creyeron inmortales. Se oyen los cañones, cuerpos que se desploman, que caen al suelo como semillas. Es el monstruo de la guerra.

Fertilizarán las semillas, crecerán hasta el cielo, edificarán un reino llamado libertad. ¡Madera!, ¡traed más madera!, para las cruces de las tumbas, millares de rosas para celebrar la victoria de quienes con valentía han fallecido. No hay lápidas, solo montículos de arena rociados de dolorosa lluvia. Un minuto de silencio, que solo se oigan los llantos de quienes perdieron a sus hijos. Ábranse las puertas de la eternidad, dejad pasar a los que contra la injusticia han peleado. Es el destino preparado para los héroes.

Suenan las cornetas, orden de batalla, millones se han armado con tinteros y con plumas. Páginas escritas para el museo de la historia, hazañas de los que laureados vivirán eternamente. Lágrimas convertidas en una nueva era, la información digital ha acortado las distancias de nuestro mundo. Hay voz para quienes en el pasado fueron silenciados, sus palabras siguen estando en el frente. Las almas de los soldados tienen las botas puestas, polvo y sudor en el rostro. Sus altos ideales guerrean ahora por siempre.

Juanjo Conejo

Estudiante de 2º de periodismo

dijous, 1 de gener del 2015

EL NIÑO DE LA CARA SUCIA


Un hombre (o mujer) se siente un fracasado sin un hogar donde cobijar y cuidar a su familia, y aunque el hogar no son los ladrillos con los que está construido un edificio, el cemento es necesario para dar forma a ese concepto al que llamamos “hogar”. La frase “el dinero no da la felicidad” se ha dicho hasta la saciedad, pero también es cierto que si no se pueden cubrir las necesidades básicas el dinero resulta esencial para llevar una vida como mínimo digna. Desde que estalló la crisis se han producido en España más de 400.000 ejecuciones hipotecarias y una gran parte ha acabado en desahucio. Este drama afecta a miles de familias, siendo la falta de empleo la causa principal de esta alarmante situación. ¿Quién dijo que los hombres no lloran?, quizá lo hagan a escondidas para que sus hijos no les vean, alguien en la familia tiene que estar fuerte, aunque solo sea en apariencia. El desahuciado mira al cielo e intenta sonreír, aunque los valores más altos de la sociedad hayan sido pisoteados. Pero no pierde la esperanza de que alguien salve al niño de la cara sucia.

¿A quién le importa en realidad?, no al Gobierno desde luego, los políticos solo manejan datos estadísticos, no se preocupan por conocer quien hay detrás de cada historia de desahucio. Sin embargo, cuando quieren cosechar votos organizan los llamados “café tertulia” para hacer ver que se interesan sinceramente por las necesidades de la gente. No ven al pueblo como personas que tienen unas necesidades que cubrir, sino como votos potenciales para conseguir sus propios propósitos. Hay que recordarles que de fragilidad estamos todos vestidos, que nadie escapa a un posible infortunio. Cada día sale el Sol para todos, incluso para los políticos corruptos que engañan al pueblo haciéndoles creer que el bienestar de la gente les importa. Son payasos de un circo falsamente llamado democracia. Gran ciudad de luces y de desencantos, de colores y de lamentos. Que caigan mis lágrimas sobre el cemento, mezcladas con la arena, se convertirán en hormigón para construir un hogar donde no falte la leña y no pase frío el niño de la cara sucia.

Juanjo Conejo

Estudiante de 2º de periodismo

Autor de la pintura: Jesús Hurtado