21-10-2013.
Juventud y pasión bajo una humilde camiseta, un corazón que recuerda a su novia
y una mente clara para saber realmente lo que quiere. Esta es una breve
pincelada de Josep Collell, quien desde Vic llega a las aulas de la Facultad de
Ciencias de la Comunicación de la UAB, convencido de que esta es una de las
mejores universidades, mejor opción que estudiar en la universidad de la ciudad
de donde proviene. ¿El precio de su sueño?, el esfuerzo familiar que supone el
coste de las matrículas, pues tiene un hermano que también está estudiando una
carrera, y el sacrificio personal que supone ver a su novia solo los fines de
semana. Cuando pregunto a Josep si está dispuesto a darlo todo por alcanzar su
objetivo, responde que sí sin pestañear, y es que él no ha llegado solo desde
Vic, ha llegado con un sueño bajo el brazo, el sueño de ser un periodista.
“Quiero ser periodista porque me gusta
estar bien informado e informar a la gente
de las cosas que están pasando en el mundo, plasmar la realidad de
cualquier ámbito, ya que prefiero escribir de las cosas que hablar de ellas.
Nunca me canso de escribir, cuanto más escribo más deseo escribir, y creo que
esta es mi mayor ventaja. Mucha dedicación, esto es lo que tengo que ofrecer al
mundo del periodismo. Espero tener las capacidades que se requieren cuando
acabe la carrera. Me gustaría escribir crónicas deportivas o ser corresponsal
de guerra, estar en los lugares donde hay más conflicto, como en Siria por
ejemplo. Hubo un momento que dudé, que pensé hacer la carrera de Ciencias
Políticas, pero al final me decidí por el periodismo”. Con estas palabras se ha presentado Josep, quien
cuando estaba cursando bachillerato se aficionó al periodismo tras escribir dos
párrafos como crónica de un partido del Barça.
A
Collell no le preocupa la crisis y el futuro del periodismo, ya que opina que
hay que preocuparse de las cosas en su momento, y aún le quedan cuatro años por
delante para acabar la carrera. “Lo que
tenga que venir vendrá, y es entonces cuando debes preocuparte. Ahora tengo que
centrarme en los estudios, porque si pienso que al final no tendré futuro ya no
merece la pena comenzar ninguna carrera”, afirma convencido. Lo que sí le
preocupa es el miedo que tienen algunos que están vendidos al dinero, a
publicar la verdad de lo que está ocurriendo. “Me gustaría pensar que hay lugar para el periodismo honesto, porque si
no puedes escribir lo que realmente pasa es muy triste. Si no escribes la
verdad, ¿por qué eres periodista? Hay que tener la libertad de escribir lo que
uno piensa, y no cosas bonitas tan solo para no meterte en problemas”, así
piensa Josep, y lo dice con la confianza de poder hacerlo bien cuando llegue lo
que haya de venir.
De
apariencia tímida y discreta (a pesar de ser muy alto), no obstante su mirada
denota que en todo momento está observando lo que está pasando a su alrededor,
con todos los sentidos puestos en la escena, como si estuviera continuamente
analizando todo aquello que le rodea, como intentando registrar una crónica en
su interior de lo que está viviendo en ese instante, como quien está en
continuo estado de alerta para no perderse ningún detalle. Así es Josep, la
imagen que de él ha quedado dentro de mí. Él es inquieto, pero de ideas claras,
y con un sueño en su mochila. Además cuenta con algo vital, el apoyo de su
familia, que sin duda necesitará para hacerle más fácil el camino. Termina la
entrevista, todos estamos ya más relajados, es el momento de tomar algunas
fotografías, sonrisas, sin duda vamos a intentar hacerlo lo mejor posible,
aunque sea para desarrollar un trabajo obligado para un sencillo blog.
Muchas
gracias Josep por tu voluntaria colaboración, estoy seguro que alcanzarás cualquier
cosa que te propongas. El mundo necesita periodistas con auténtica vocación,
que sientan pasión por la verdad, porque ella es la esencia y el alma del
periodismo, la razón de ser del oficio que hemos escogido, para nosotros el
mejor del mundo.
Juanjo Conejo
Estudiante
de 1º de periodismo
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